Utilizar herramientas digitales para la evaluación formativa

Ayuda a tu alumnado a aprender mejor

¿Por qué la evaluación formativa?

Evaluar el aprendizaje del alumnado puede parecer una tarea adicional ajena al aprendizaje. Sin embargo, la evaluación durante el aprendizaje puede ayudarte a adaptar tu enseñanza y orientar al alumnado en su aprendizaje. Pincha en los siguientes encabezados para obtener más información.

Para Dylan Wiliam (en inglés), la evaluación es un componente central de la enseñanza eficaz. La única forma de saber si el alumnado aprende realmente lo que tú quieres que aprenda es a través de la evaluación. Sin embargo, si se evalúa al alumnado solo al final de una unidad de aprendizaje, el profesorado pierde la oportunidad de adaptar la enseñanza para mejorar los resultados del aprendizaje. La evaluación formativa (EF) consiste en hacer las preguntas adecuadas al alumnado para obtener evidencias de su progreso. La EF puede ayudar a obtener información clave del alumnado que te ayudará a decidir lo que hacer a continuación. Este artículo trata el profundidad la cuestión de hacer las preguntas adecuadas.

Evaluar al alumnado de manera formativa supone adaptar la enseñanza para apoyar su progreso. Por último, también puede ayudarte a mejorar tu enseñanza.

Una ventaja de la evaluación formativa es que brinda la oportunidad de recoger pruebas del aprendizaje de todo el mundo, no solo de aquella parte del alumnado que responde de forma activa. Puedes escuchar a todo el alumnado sin que se preocupe de si comete errores delante de sus compañeros. Esto puede hacer que la enseñanza sea más inclusiva.

La retroalimentación que responde a preguntas como «¿A dónde voy? ¿Cómo voy? ¿A dónde voy después?» es uno de los factores que más influye en el aprendizaje según el análisis de John Hattie (en inglés) de los resultados de muchos años de investigación sobre la enseñanza y el aprendizaje. La evaluación formativa mejora la identificación de las necesidades de aprendizaje de cada estudiante, por lo que permite al profesorado ofrecer una retroalimentación personal a cada estudiante.

En la evaluación formativa, el profesorado hace preguntas para conocer o que piensa el alumnado, más que para obtener la «respuesta correcta». Esto hace que el alumnado sienta que te importa lo que piensa. Así, la evaluación formativa tiene el potencial de mejorar las relaciones con el alumnado.

Las actividades de evaluación pueden diseñarse para fomentar la autonomía del alumnado. Esto no ocurre de forma automática cuando se empieza con la evaluación formativa. Sin embargo, son el paso del tiempo el alumnado será cada vez más autónomo, ya que se acostumbrará a establecer sus propios objetivos de aprendizaje y a evaluar su aprendizaje y el de sus compañeros. La autonomía es más eficaz en una cultura de aula en la que el alumnado tenga confianza para cometer errores y ofrecer una retroalimentación constructiva al resto y también al profesorado.

La evaluación formativa puede ayudarte a diseñar actividades que desarrollen competencias como el pensamiento crítico, aprender a aprender, la colaboración y la creatividad. Por ejemplo, puedes planificar actividades basadas en proyectos en los que el alumnado trabaje de forma activa en equipo o individualmente. Esas actividades permiten al alumnado reflexionar sobre sus conocimientos, así como sobre su capacidad para ponerlos en práctica en un contexto concreto.

Las prácticas de evaluación formativa pueden aumentar los beneficios del aprendizaje. Dar retroalimentación o pedir al alumnado que verifique su comprensión (por ejemplo, mediante pruebas o proyectos) le ayuda a reflexionar más sobre su propio aprendizaje, por ejemplo, lo que ya sabe o la forma en la que mejor aprende. Asumir su propio aprendizaje puede ayudarle a estar mejor preparado para los exámenes y trabajos calificados (es decir, sumativos). Esta es también una habilidad para la vida.

¿Qué es la evaluación formativa digital?

La evaluación formativa consiste en utilizar la información sobre la comprensión y el progreso del alumnado para tomar decisiones: para el profesorado sobre la enseñanza y para el alumnado sobre el aprendizaje. La finalidad es que recopiles información que te ayude a tomar decisiones sobre la adaptación de la enseñanza a las necesidades de aprendizaje del alumnado. El objetivo no es simplemente supervisar el progreso o comprobar si el alumnado ha aprendido el material. La evaluación es formativa solo si el profesorado o el alumnado toman medidas a partir de la información obtenida de la evaluación, por ejemplo, ajustando la planificación de la siguiente lección. Laevaluación formativa digital (EFD) es cualquier actividad de evaluación formativa enriquecida y facilitada mediante herramientas digitales.

 

Algunos ejemplos de evaluación formativa

El profesorado utiliza de forma rutinaria, quizá inconsciente, la evaluación formativa, cuando constata las evidencias de aprendizaje (o de no aprendizaje) y luego lo utiliza para planificar o adaptar su siguiente lección. ¿Cuál de los siguientes ejemplos no es un caso de evaluación formativa?

Una profesora de ciencias inicia un debate en clase sobre las fuentes de energía renovables y no renovables. Pide al alumnado que publique sus ejemplos y que los argumente en una herramienta de sondeos en línea para el aula y comprueba lo que ha publicado. Observa que parte del alumnado confunde las fuentes de energía renovables con las no renovables. Decide que el alumnado trabaje en grupos. Pone en el mismo equipo al alumnado que necesita aclaraciones y le pide que vaya a la plataforma de gestión del aprendizaje para leer la retroalimentación sobre el debate anterior y las indicaciones para su próxima tarea: el grupo busca recursos sobre la energía y los incluye en un documento colaborativo en línea. Otros grupos de estudiantes que comprenden con claridad los conceptos diseñan una presentación en forma de póster para explicar las fuentes de energía. La profesora supervisa los debates de los diferentes equipos, caminando de un equipo a otro para ayudar siempre que sea necesario.

La próxima clase de un profesor de historia es sobre la revolución industrial. Decide probar un enfoque de aprendizaje activo, en el que el alumnado trabaje en equipo. Pide a cada equipo que eche un vistazo a los recursos compartidos por el profesor y elabore un resumen sobre un aspecto de la revolución industrial. A continuación, los equipos intercambian notas y revisan el trabajo del resto. El profesor entrega un cuestionario en línea para que el alumnado pueda comprobar sus conocimientos y su comprensión. A continuación, el profesor pasa a la siguiente tarea, tal y como había previsto inicialmente.

Un profesor de informática y otro de ciencias sociales quieren planificar una clase conjunta sobre la alfabetización mediática digital. Para conocer mejor el nivel de conocimientos del alumnado, le piden que lea tres artículos de prensa y explique si se basan en hechos y por qué ha llegado a esa conclusión. Muchos estudiantes pueden identificar de forma correcta que dos de los artículos no están basados en hechos, pero casi ninguno puede explicar por qué. Por ello, los profesores planifican una clase sobre el modo de verificar la fuente de información y sobre los sitios web de comprobación de hechos.

En los ejemplos 1 y 3, el profesorado diseñó su clase a partir de la información que obtuvo del alumnado. Se llevó a cabo una evaluación formativa basada en las respuestas del alumnado. En el ejemplo 1, la profesora pudo tomar una decisión rápida al identificar los temas con los que el alumnado tenía más dificultades. En el ejemplo 3, la tarea permitió a los profesores reunir pruebas del nivel de conocimiento del alumnado, que luego utilizaron como base para planificar la siguiente lección.

Sin embargo, en el ejemplo 2, el profesor no utilizó los datos del cuestionario en línea para adaptar su enseñanza. Aunque el cuestionario en línea ayudó al alumnado a reflexionar sobre lo que había aprendido y a corregir sus errores, el profesor continuó con las actividades previstas desde el principio.

Una nueva relación

Implementar la evaluación formativa digital de manera efectiva puede cambiar tu repertorio de enseñanza y tu relación con el alumnado. ¿Te sientes cómodo/a escuchando las opiniones del alumnado sobre la forma en la que le gusta aprender o en la que le gustaría que enseñaras? Los comentarios recibidos pueden ayudar al alumnado a empezar a reflexionar sobre la forma en la que mejor aprenden: ¿individualmente y/o en grupo, utilizando herramientas digitales o alguna otra cosa? Modificar la enseñanza para que responda a las necesidades e intereses del alumnado podría incluir, por ejemplo, más trabajo en grupo o tareas en las que el alumnado trabaje de forma independiente, y menos tiempo dedicado a hablar con toda la clase. ¿Qué te parece la idea? ¿Cómo te gustaría cambiar tu propio papel?

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Las evaluaciones sumativa y formativa: una comparación

Aunque conviertas la evaluación formativa en un elemento más importante de tu enseñanza, la evaluación sumativa sigue siendo importante. En este vídeo se muestra cómo docentes y expertos consideran que ambas evaluaciones se complementan.

La finalidad de la evaluación sumativa es comprobar si el alumnado alcanza los objetivos de aprendizaje. La evaluación formativa es una forma de identificar los puntos en los que el alumnado tiene dificultades y decidir lo que se puede hacer a continuación para ayudar a cada estudiante a mejorar y así alcanzar el objetivo.

La evaluación sumativa normalmente da al alumnado una idea de su rendimiento con respecto al objetivo de aprendizaje y/o a sus compañeros de clase. Por otro lado, la retroalimentación formativa se centra en identificar las diferencias entre el rendimiento actual y el objetivo de aprendizaje, y en ayudar al alumnado a decidir el modo de reducir la diferencia.

El objetivo de la evaluación formativa no es, por lo general, asignar una calificación, aunque a veces se puedan utilizar pruebas calificadas con fines formativos. Lo que hace que una evaluación sea formativa es que el profesorado pueda tomar decisiones informadas para adaptar su enseñanza y ofrecer una retroalimentación que pueda ayudar al alumnado. Un concepto erróneo común es pensar que la evaluación formativa significa necesariamente que se lleven a cabo pruebas con más frecuencia y sin calificación. Las evaluaciones sumativa y formativa son dos formas diferentes de utilizar las pruebas de aprendizaje.

Aunque se puede utilizar cualquier información del alumnado tanto para la evaluación sumativa como para la formativa, algunos tipos de datos son más adecuados para la evaluación formativa. Por ejemplo, datos descriptivos y narrativos, portafolios electrónicos y mapas conceptuales/mentales, preguntas y diálogos ampliados o tareas basadas en la investigación.

El objetivo final de la evaluación formativa es implicar al alumnado de forma más activa en su aprendizaje. Para que esto ocurra, es necesario que haya más colaboración entre docentes y estudiantes a la hora de definir las actividades de aprendizaje y evaluación.

Cuando se incorpora la evaluación formativa, se adapta la enseñanza y el aprendizaje a las necesidades del alumnado. También se puede preguntar al alumnado la forma en la que le gusta aprender, con el fin de adaptar el enfoque general. Así, asumes el papel adicional de estudiante.

Beneficios de la evaluación formativa digital

Las herramientas digitales pueden mejorar la evaluación formativa. Se pueden utilizarse para apoyar el aprendizaje autónomo, así como la colaboración entre el alumnado dentro y fuera del aula (por ejemplo, a través del aprendizaje móvil o a distancia). El alumnado puede llevar a cabo la autoevaluación y la evaluación entre iguales en diferentes plataformas. Estudios sobre el aula (p. ej., en inglés: Bhagat & Spector, 2017; Faber, Luyten & Visscher, 2017; Wall et al. 2006) sugieren que la EFD puede tener un impacto positivo en el rendimiento del alumnado cuando se planifica e implementa con eficacia.

Las herramientas digitales pueden facilitar la retroalimentación de muchas maneras. Por ejemplo, el alumnado puede beneficiarse de una retroalimentación rápida y automatizada al completar un cuestionario en línea. Otra opción es pedir al alumnado que complete un cuestionario en línea antes de la clase, y así poder evaluar su comprensión del tema y preparar las actividades iniciales y retroalimentación para abordar las áreas en las que necesite profundizar. También puedes ofrecer retroalimentación sin encontraros de forma presencial, por ejemplo, mediante comentarios en un documento colaborativo en línea o en un portafolio electrónico, mediante un mensaje en una página grupal en una plataforma de gestión del aprendizaje, o con una grabación de vídeo/voz de forma individual. En una plataforma en línea, el alumnado puede encontrar la retroalimentación recibida anteriormente. De este modo, la información no se pierde y es menos probable que el alumnado olvide lo que ha aprendido.

Los paneles de control digitales visualizan los datos de una manera sencilla, permiten identificar patrones y ver con rapidez los puntos en los que el alumnado tiene dificultades. Por ejemplo, una profesora de inglés observa que un alumno comete muchos errores con los verbos compuestos, pero lo hace relativamente mejor cuando se trata de vocabulario. Si observa la media de toda la clase, observa que, en general, el alumnado tiene más dificultades con los modismos. Eso puede ayudar a tomar decisiones con rapidez sobre los puntos en los que centrar la atención durante la clase.

Las herramientas digitales pueden enriquecer la obtención de pruebas. Por ejemplo, cuando el alumnado completa tareas en un sistema de gestión del aprendizaje, su trabajo se registra y se mantiene en un lugar para que tú puedas supervisar el progreso a lo largo del tiempo. Además, los portafolios electrónicos te permiten (y también a las familias) conocer con más detalle el rendimiento y la forma de pensar del alumnado a lo largo del curso escolar. Por último, puedes comparar los datos de tu aula con los de tus colegas e intercambiar ideas sobre el modo de abordar las dificultades.

La EFD puede promover el aprendizaje autónomo porque permite el trabajo asíncrono, así como el aprendizaje a distancia o combinado. El alumnado puede seguir colaborando en tareas de grupo en una plataforma de comunicación fuera del horario de clase. Pueden fijar objetivos de aprendizaje y hacer ejercicios a su propio ritmo. Esto crea oportunidades (y tiempo) para brindar apoyo personalizado y adaptar las actividades futuras.

 

Como lenguaje universal, las imágenes pueden ayudar a aprender nuevos conceptos, desde las matemáticas hasta la comprensión lectora. Aunque el lápiz, el papel y las tijeras pueden servir para crear representaciones de conceptos abstractos, las herramientas digitales también pueden facilitar la visualización. Por ejemplo, el alumnado puede aprender mejor si visualiza las relaciones entre diferentes ideas con herramientas de mapas conceptuales. El alumnado también puede recopilar los recursos y medios que haya creado en un portafolio electrónico. Por último, las herramientas digitales ofrecen estudiantes y docentes más posibilidades de crear contenidos y utilizar diferentes medios para mejorar el aprendizaje.

 

«Vivimos en una sociedad digital y es fundamental que todo el mundo sea "digitalmente competente" para acceder a las nuevas oportunidades de aprender, trabajar, crear y participar en una sociedad moldeada por la tecnología digital» (Marco Europeo de Competencia Digital). La EFD crea oportunidades para navegar por el mundo digital. El alumnado se familiariza con las herramientas de gestión de proyectos cuando utiliza los programas de comunicación y los paneles de control. Aprende a buscar información de forma eficaz en las redes sociales y en Internet, y el modo de aprender de forma autónoma. El alumnado también puede crear contenidos digitales a través de wikis y otras herramientas de código abierto y desarrollar sus habilidades de presentación gracias a los mapas conceptuales/mentales y a las aplicaciones de presentación. En este proceso, pueden convertirse en usuarios más críticos de los medios digitales.

 

Herramientas y prácticas para la EFD

La EFD comprende un gran número de prácticas y herramientas, como los siguientes ejemplos. En esta entrevista, el profesorado describe las herramientas que utiliza y el modo y el momento en el que las emplea para recopilar pruebas del aprendizaje que sirvan de base para su enseñanza.

Algunas herramientas digitales para la evaluación formativa

A continuación se presentan algunas herramientas digitales divididas en función del tipo de prácticas que permiten. El proyecto A@L recopiló ejemplos inspiradores denominados «escenarios de enseñanza» de estas diferentes prácticas.

Encuestas en línea y cuestionarios en el aula

Utiliza un sencillo cuestionario en línea para recabar con rapidez pruebas del aprendizaje del alumnado o pasa un cuestionario al alumnado para que dé a conocer sus ideas y opiniones (p. ej. Mentimeter), y luego utiliza esa información en la planificación de las clases. Aquí puedes ver un ejemplo de escenario.

Paneles de control, herramientas de supervisión y aprendizaje móvil

El alumnado aprende material nuevo o trabaja de forma activa en las tareas establecidas en una plataforma de aprendizaje. Se puede trabajar de manera individual o colaborativa (p. ej. Khan Academy, Milage Learn+, LAMS, ClassDojo). Aquí puedes ver un ejemplo de escenario.

Portafolios electrónicos o diarios digitales

Los portafolios electrónicos y los diarios de aprendizaje permiten crear una gran colección de formas de aprendizaje y trabajo del alumnado. Son un instrumento útil para que el profesorado entienda mejor el aprendizaje del alumnado y para que el alumnado reflexione de manera continuada sobre su propio aprendizaje (p. ej. KidBlog, OneNote, Mahara). Aquí puedes ver un ejemplo de escenario.

Aprendizaje móvil

El aprendizaje móvil permite al alumnado aprender «en cualquier momento y en cualquier lugar». El alumnado accede de forma sencilla a los recursos que tú le proporciones, se relaciona con sus compañeros y completa cuestionarios que ofrecen retroalimentación automática. Las aplicaciones de aprendizaje móvil se utilizan con frecuencia para las matemáticas, ya que ahí aprender de forma autónoma puede ser especialmente útil (p. ej., Math4Mobile, Milage+). Aquí puedes ver un ejemplo de escenario.

Plataformas de comunicación

Los programas informáticos de comunicación pueden utilizarse para facilitar el trabajo en grupo y los debates de clase. El profesorado puede supervisar la actividad del alumnado y proporcionarle apoyo y retroalimentación (p. ej. MS Teams). Aquí puedes ver un ejemplo de escenario.

Juegos digitales

El alumnado puede hacer ejercicios dentro de videojuegos, que ofrezcan retroalimentación correctiva y se adapten a su nivel de conocimiento. El alumnado puede practicar de forma independiente, mientras que el profesorado ver los puntos en los que el alumnado tiene dificultades. El alumnado también permanece involucrado (p. ej. Argubot, ViLLE). Aquí puedes ver un ejemplo de escenario.

Mapas conceptuales

El mapa conceptual es una representación visual de conceptos y su relación entre ellos. Ayudan al alumnado a reflexionar sobre ideas abstractas y a recordarlas mejor. También te ofrecen una impresión sencilla pero completa de la comprensión del alumnado (p. ej., MindMeister, Lucidchart). Aquí puedes ver un ejemplo de escenario.

Programas informáticos colaborativos

El programa informático de colaboración permite a docentes y estudiantes guardar documentos en línea, y también hacer una lluvia de ideas y trabajar en el mismo contenido de forma simultánea y colaborativa. Al trabajar con el alumnado, y también con el profesorado de otras asignaturas, se construye de forma colectiva una rúbrica en línea para hacer un seguimiento del grado de cumplimiento de los criterios de calidad de los resultados de aprendizaje por parte del alumnado (p. ej., Google Docs, Padlet). Aquí puedes ver un ejemplo de escenario.

Dar retroalimentación

La retroalimentación es un componente clave de la evaluación formativa. El alumnado que recibe retroalimentación sobre su aprendizaje y orientación en los próximos pasos sabe lo que debe hacer a continuación para mejorar. ¿Qué es una buena retroalimentación? ¿Cuál es la mejor forma de dar y recibir retroalimentación?
Lo ideal es que la retroalimentación proporcione una orientación que el alumnado pueda poner en práctica. La retroalimentación es algo más que «Tienes que mejorar X»; y es que debe ofrecer al alumnado una idea clara de la forma en la que mejorar, de lo que debe hacer.

Recibir retroalimentación: la opinión del alumnado

Es importante establecer normas que garanticen un entorno seguro en el aula a la hora de dar retroalimentación. Esta es una parte fundamental para establecer una cultura de aula en la que esté aceptado cometer errores y aprender de los demás. Puedes respaldar esta cultura demostrando que valoras las opiniones de tus estudiantes y su experiencia con el aprendizaje. Dar al alumno la oportunidad de dar y responder a la retroalimentación también le hará reflexionar más sobre su aprendizaje y proseguir en el camino hacia su autonomía como estudiante.

Puedes preguntarle al alumnado el modo en que le gusta aprender, lo que le ha gustado o lo que no le ha gustado de tu última clase. ¿Estás preparado/a para recibir este tipo de retroalimentación sobre tu enseñanza? En este vídeo estudiantes explican el modo en el que les gusta aprender y lo que hace que lo que, en su opinión, hace que un docente sea bueno.

El comienzo: encontrar apoyo

Probar algo nuevo brinda oportunidades de aprendizaje profesional y colaboración entre colegas. Si la EFD es una práctica completamente nueva en tu centro educativo, inicia un diálogo con los responsables y colegas del centro, así como con las familias, para que se sumen a ella.

No tienes que reinventar la rueda. Pregunta a tus colegas si utilizan métodos de evaluación formativa. ¿Qué herramientas educativas digitales utilizan?
Hemos pedido a docentes de varios países que compartan sus prácticas, y las puedes ver en la galería de escenarios del conjunto de herramientas.

Como dice la profesora Arjana, empieza simplemente hojeando la galería de escenarios didácticos. Busca entre las materias y encuentra un tema y ve la forma de hacer algo parecido. No tienes que imitar exactamente lo que ha hecho el autor, sino coger una o dos ideas (por ejemplo, pedir al alumnado que cree preguntas en un cuestionario para sus compañeros).

La EFD consiste en ayudar al alumnado a convertirse en estudiantes autónomos. Haz que se impliquen desde el principio y decidid juntos el tipo de producto que quieren conseguir y el tipo de tema que quieren investigar con más detalle.

Comparte experiencias con colegas. Si no estás familiarizado/a con las herramientas educativas digitales, júntate con algún colega de tu centro educativo para dar una clase conjunta. El docente de informática puede ayudar con las cuestiones técnicas. También puedes colaborar con colegas de otras asignaturas en el diseño de una rúbrica para la evaluación entre pares y la evaluación del profesorado, que sea comparable entre asignaturas.

Las investigaciones demuestran que las familias apoyan más la evaluación formativa si se les informa de sus beneficios (echa un vistazo a esta revisión en inglés). A las familias, como es comprensible, les interesa la evaluación sumativa (es decir, la que se realiza mediante pruebas ordinarias) porque pueden supervisar el rendimiento de sus hijos/as en comparación con el resto. Explícales que la evaluación sumativa y la formativa pueden ser complementarias. Habla de lo que estás haciendo con las familias en las reuniones para familias y anima al alumnado a que comparta muestras de su trabajo en alguna plataforma a la que tengan acceso las familias. Las familias verán los beneficios y mostrarán su apoyo.

El equipo de dirección del centro puede apoyarte de diferentes maneras. Puede organizar reuniones para el profesorado sobre la EFD. También puede establecer un horario que permita al profesorado preparar e implementar la EFD en sus clases. Por último, disponer de una infraestructura digital (p. ej., una cantidad suficiente de dispositivos, una conexión a Internet estable) es un requisito previo que quizá no esté sobre la mesa, pero que podría convertirse en una prioridad para el centro. Podrías iniciar un debate sobre la EFD dentro del centro compartiendo lo que haces con tus colegas, por ejemplo los portafolios electrónicos del alumnado. Tal vez podrías ofrecerte a impartir una sesión formativa sobre una práctica de EFD que estés utilizando. Desde la dirección del centro también se puede organizar o promover el desarrollo profesional sobre la EFD.

Elegir una herramienta para la EFD

Si la evaluación formativa digital es nueva para ti, empieza con algo sencillo y prueba diferentes prácticas paso a paso. Si ya utilizas la EFD, busca otros ejemplos e ideas que te inspiren.

En este conjunto de herramientas, encontrarás todo lo que necesitas para iniciarte en la EFD, con pasos sencillos inspirados en ejemplos de docentes de siete países en la galería de escenarios didácticos.

Qué ofrece el conjunto de herramientas Assess@Learning

El conjunto de herramientas Assess@Learning ofrece muchas ideas y ejemplos para iniciarse en la EFD. También hay páginas dedicadas a la dirección del centro, al alumnado, a las familias y a los responsables políticos, para que examinen y comprendan su papel en la EFD.

©Zsofi Lang- zldrawings.com

Consideraciones éticas

Assess@Learning no recibe ningún patrocinio remunerado. Las herramientas mencionadas en los escenarios didácticos son las que utilizan los autores, y existen alternativas para todas ellas.

Algunas herramientas están disponibles en varios idiomas, pero otras no. En la página resumen de las herramientas digitales se describen las distintas características e idiomas de algunas de estas aplicaciones.

Es fundamental conocer el modo en el que una herramienta trata tus datos y los del alumnado. Sobre todo en el caso de las herramientas gratuitas, es posible que los usuarios no dispongan de la propiedad completa de sus datos. En esos casos, quizá prefieras optar por herramientas que no requieran que el alumnado inicie sesión. Solo deberías hacer que el alumnado inicie sesión si sabes que la herramienta es segura.

Incluso en el caso de las herramientas de pago, es posible que el usuario no tenga la plena propiedad de sus datos y no siempre está claro, desde el punto de vista del usuario, la forma en la que un proveedor almacena y utiliza tus datos. La persona responsable de las TIC en tu centro educativo o región puede ayudarte a comprobar si una herramienta es segura. Desde la dirección del centro educativo pueden ayudar a planificar una estrategia para todo para elegir las herramientas digitales. Comprueba si ya existe una lista de herramientas que se puedan utilizar de forma segura.

Si quieres saber más sobre la privacidad de los datos, este vídeo y estudio de caso explican algunas cuestiones clave que hay que tener en cuenta.