Kennisnet, organización financiada por el Ministerio de Educación, Cultura y Ciencia, ayuda a los centros educativos neerlandeses a sentar las bases de la seguridad de las TIC. Las herramientas digitales en la educación suscitan nuevas cuestiones en torno a la privacidad, la seguridad de la información, el intercambio y la propiedad de los datos sobre el aprendizaje. Para que docentes y estudiantes utilicen de manera eficaz las pruebas del aprendizaje, deben tener en cuenta estas cuestiones. Además, los responsables políticos deben establecer las condiciones adecuadas. Este estudio de caso describe el contexto neerlandés en relación con las cuestiones de privacidad y un plan de trabajo para establecer los acuerdos adecuados con los vendedores/proveedores en este ámbito.
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Image: Fractal Pictures / Shutterstock.com
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Los centros de educación secundaria de los Países Bajos tienen cierto grado de autonomía en el ámbito educativo. El alumnado de los dos últimos cursos tiene un plan de estudios más o menos «nacional» que contiene el 60 % de los planes de estudio (y que se examina de forma centralizada). El plan de estudios describe con detalle lo que deben saber y ser capaces de hacer. Sin embargo, la interpretación pedagógica depende siempre del profesorado, incluidas las estrategias de aprendizaje. En los Países Bajos hay un examen final centralizado solo para los dos últimos años de la educación secundaria.
Por otro lado, el plan de estudios de los cursos inferiores de educación secundaria ofrece a los centros educativos más libertad a la hora de tomar sus propias decisiones. La Inspección de Educación, un organismo vinculado al Gobierno pero con un estatus independiente, se encarga de la supervisión.
Las prácticas de evaluación formativa dependen del centro educativo y adoptan muchas formas. Se utilizan muchas herramientas digitales para adaptar la enseñanza y preparar la retroalimentación, desde herramientas de cuestionarios en el aula hasta sistemas muy amplios con rúbricas y sugerencias de seguimiento (algunas con la posibilidad generar retroalimentación automática).
Muchos centros educativos utilizan herramientas digitales para la evaluación formativa porque pueden registrar información muy específica. El profesorado puede ver de forma rápida lo que se ha aprendido, el modo en que se ha puntuado y lo que le queda por hacer al alumnado. Además, el profesorado dispone de un «archivo»; por lo que siempre puede volver atrás y comprobar el modo en el que se hizo el trabajo anterior.
La evaluación y la digitalización están cada vez más unidas. Pero a medida que aumenta la atención hacia la evaluación formativa, también aumenta la atención de los responsables políticos a nivel nacional. Por lo tanto, es necesario cumplir ciertas condiciones previas en materia de privacidad y seguridad de la información, como se describirá en este documento en el contexto de los Países Bajos.
La escuela Leidsche Rijn (NL) comenzó un estudio piloto sobre evaluación formativa. Los estudiantes Fedor, Milan, Souraya y Emma dicen: «Ahora elijo yo mismo mis tareas y veo que los deberes también pueden ser útiles».
El estudio piloto comenzó en el tercer año, como parte del plan de estudios neerlandés para el alumnado del llamado nivel HAVO (educación secundaria superior). Todo el alumnado recibe información sobre las tareas que completa en clase. También puede elegir el modo de procesar el material, por ejemplo, mediante material visual o con el libro de texto. Además, el alumnado al completo habla con su mentor durante 15 minutos a la semana. Hablan del progreso del estudiante, pero también de cómo se siente.
Nelleke Veels, profesora de historia, explica que cada estudiante tiene la oportunidad de hacer un examen de prueba antes de completar el examen de calificación al final del bloque. «Como tenemos que cumplir las bases de transición de 3º a 4º, cada asignatura lleva a cabo 4 exámenes calificados por año. El examen de prueba y las tareas permiten al alumnado comprobar si ha aprendido la materia».
Los centros educativos de los Países Bajos son cada vez más conscientes de la seguridad y la privacidad de la información. En consecuencia, los centros educativos tienen como objetivo manejar con cuidado los datos del alumnado y los resultados de los exámenes. La redacción de acuerdos de procesamiento es habitual. Sin embargo, el profesorado todavía puede buscar de forma independiente herramientas en Internet y utilizarlas en su enseñanza sin tomar precauciones.
Los instrumentos y las buenas prácticas presentados de los Países Bajos podrían adaptarse al contexto de otros países. A nivel escolar, también es importante mantener una buena cooperación entre el consejo escolar, un encargado de la privacidad (o el administrador de las TIC) y el profesorado.
El alumnado y las familias también deben implicarse en la concienciación, ya que son una parte crucial del ecosistema. El objetivo es que el alumnado se plantee preguntas críticas sobre el uso de una herramienta de evaluación digital en el aula. Aunque todavía haya camino que recorrer para alcanzar ese objetivo, en los Países Bajos ya se han dado los primeros pasos.