Andreanna Koufou explica el modo de utilizar los mapas conceptuales digitales en diversas fases de un curso sobre energía para que el alumnado reflexione sobre sus conocimientos antes, durante y después de la enseñanza, y para que el profesorado recopile datos individuales y colaborativos de la comprensión de los conceptos por parte del alumnado. Esto permite diseñar un curso ajustado a estudiantes específicos, adaptar los objetivos de la enseñanza en caso de ser necesario y centrarse con mayor detenimiento en las áreas que los mapas conceptuales hayan mostrado que hay una mayor confusión.
Puedes descargar este artículo en formato PDF aquí.
Mapas conceptuales, mapas mentales, energía sostenible, física
La información recogida es extraordinaria porque revela de forma sencilla el estado del aprendizaje del alumnado. Durante la implementación, el alumnado construye conocimiento y, en ocasiones, puede fracasar en ello. Sin embargo, sus mapas revelan los malentendidos o conceptos erróneos, y eso facilita la intervención.
El proceso influye al alumnado, que puede reformular completamente sus mapas o dejar que el poder del grupo predomine al reconstruir su mapa individual, de forma que refleje la idea errónea de su grupo. El profesorado puede abordar este tema a lo largo del curso para conseguir mejores resultados.
El método de los mapas conceptuales digitales ha sido probado con éxito por muchos profesores en Grecia. «Me gustaría utilizarlo en varios ámbitos y grupos etarios diferentes en el futuro», dice Andreanna, que está muy contenta con el impacto. «También me gustaría utilizarlo con varios programas informáticos de elaboración de mapas conceptuales, para evaluar así la influencia de otras herramientas digitales».