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    • Textos da Revolución

      Tesis Lenin:

      Entre las reglas más importantes de este arte, Marx destaca las siguientes:

      1. No jugar nunca a la insurrección y, una vez empezada, saber firmemente que hay que llevarla hasta el fin.

      2. Hay que concentrar en el lugar y en el momento decisivo fuerzas muy superiores, porque, de lo contrario, el enemigo, mejor preparado y organizado, aniquilará a los insurrectos.

      3. Una vez comenzada la insurrección, hay que obrar con la mayor energía y pasar obligatoria e incondicionalmente a la ofensiva. “La defensiva es la muerte de todo alzamiento armado.”

      4. Hay que esforzarse por sorprender al enemigo, por aprovechar el momento en que sus tropas estén aún dispersas.

      5. Hay que conquistar éxitos cada día (incluso podría decirse que cada hora, si se trata de una sola ciudad) aunque sean pequeños, manteniendo a toda costa la superioridad moral.

      Marx resume las enseñanzas de todas las revoluciones, en lo que a la insurrección armada se refiere, con unas palabras de Danton, el maestro más grande de la táctica revolucionaria que se ha conocido: “de l'audace, de l'audace, encore de l'audace.”

      Revolución de 1905: Domingo sangriento.

      ¡Señor!

      Nosotros, trabajadores de San Petersburgo, nuestras mujeres, nuestros hijos y nuestros padres, viejos sin recursos, venimos, ¡oh Zar!, para solicitarte justicia y protección. Reducidos a la mendicidad, oprimidos, aplastados bajo el peso de un trabajo extenuante, abrumados de ultrajes, no somos considerados como seres humanos, sino tratados como esclavos que deben sufrir en silencio su triste condición, que pacientemente hemos soportado. He aquí que ahora se nos precipita al abismo de la arbitrariedad y la ignorancia. Se nos asfixia bajo el peso del despotismo y de un tratamiento contrario a toda ley humana.

      Nuestras fuerzas se agotan, ¡oh, Zar! Vale más la muerte que la prolongación de nuestros intolerables sufrimientos. Por eso hemos abandonado el trabajo y no lo reanudaremos hasta que no se hayan aceptado nuestras justas demandas, que se reducen a bien poco, pero que, sin ello, nuestra vi da no es sino un infierno de eterna tortura.

      En nuestro primer requerimiento solicitábamos a nuestros patronos que tuvieran a bien interiorizarse de nuestras necesidades. ¡Y lo han rechazado! Hasta el derecho de discutirlas nos ha sido negado, so pretexto de que la ley no nos lo reconoce.

      La demanda de ocho horas de jornada también fue tachada de ilegal, así como la fijación de salarios de común acuerdo. Todas estas reivindicaciones han sido rechazadas por ilegales. El solo hecho de haberlas formulado ha sido interpretado como un crimen. El deseo de mejorar nuestra situación es considerado por nuestros patronos como una insolencia.

      ¡Oh, Emperador! Somos más de 300.000 seres humanos, pero sólo lo somos en apariencia, puesto que en realidad no tenemos ningún derecho humano. Nos está vedado hablar, pensar, reunirnos para discutir nuestras necesidades y tomar medidas para mejorar nuestra situación. Cualquiera de nosotros que se manifieste en favor de la clase obrera puede ser enviado a la prisión o al exilio. Tener buenos sentimientos es considerado un crimen, lo mismo que fraternizar con un desgraciado, un abandonado, un caído. (...)

      Tú has sido enviado para conducir al pueblo a la felicidad. Pero la tranquilidad nos es arrancada por Tus funcionarios, que no nos reservan más que dolor y humillación.

      Examina con atención y sin cólera nuestras demandas, formuladas no para el mal sino para el bien, nuestro bien, Señor, y para el Tuyo. (...)

      Rusia es muy vasta y sus necesidades demasiado múltiples para que pueda ser dirigida por un gobierno compuesto únicamente de burócratas. Es absolutamente necesario que el pueblo participe en él, pues sólo él conoce sus necesidades. No le rehúses el socorro a Tu pueblo. Concede sin demora a los representantes de todas las clases del país la orden de reunirse en Asamblea. Que los capitalistas y los obreros estén representados. Que los funcionarios, los clérigos, los médicos y los profesores elijan también sus delegados. Que todos sean libres de elegir a quienes les plazca. Permite para ello que se proceda a la elección de una Asamblea Constituyente bajo el régimen del sufragio universal.

      Demandas de los obreros al zar. Domingo sangriento, 10 de enero de 1905

       

      Revolución de 1905: Manifiesto de Octubre.

      La agitación, en las capitales y en numerosas regiones de nuestro Imperio, llena nuestro corazón de una gran pesada pena. El bienestar del soberano ruso es inseparable del bienestar de sus pueblos, y el dolor de éstos es su dolor. El gran voto del juramento imperial Nos ordena esforzarnos con toda la potencia de Nuestra razón, con toda la fuerza de Nuestra autoridad, para poner fin lo más pronto posible a esta agitación tan peligrosa para el Estado (...). Nos, imponemos al gobierno la obligación de ejecutar Nuestra voluntad inflexible:

      1º Conceder a la población la libertad civil, establecida de una manera inquebrantable sobre la base de la inviolabilidad personal, y las libertades de conciencia, de reunión y de asociación.

      2ª No obstaculizar las elecciones a la Duma Imperial y admitir la participación en las elecciones de las clases de población que han sido privadas hasta ahora del derecho de voto.

      3º Establecer una regla inquebrantable que cualquier ley no será efectiva sin la sanción de la Duma Imperial y que los representantes del pueblo tendrán los medios para participar realmente en el control de la legalidad de los actos realizados por los miembros de Nuestra administración.

      Manifiesto de Octubre, Decreto Imperial de 30 de octubre de 1905

    • Despois de ver a película "Rebelión en la granja", debedes de realizar o seguinte test.

      Cada pregunta ten unha soa resposta.

      Para rematar de ver a película tedes este enlace:

      (na clase quedamos no minuto 48, xa tedes o enlace nese minuto)