A tauromaquia e de todo menos arte, e aínda que se faga alusión a arte como habilidade tampouco estou de acordo. Eu non me poría diante de un touro, non son masoquista, pero hai que restarlle puntos de "valentía" ao toreiro que se pon diante dun touro se se destapa toda a mafia que hai por detrás, o toro vai drogado e me remito a unha noticia que lin o ano pasado, de nin máis nin menos que o ano 1988, se nesos tempos xa iban os toros drogados, non me quero imaxinar agora. A noticia dicía o seguinte:
"Sus sospechas se acentuaron en una de las corridas de la feria de Colmenar de 1985 al observar, ya en el preceptivo reconocimiento del mediodía, que los toros, de un trapío irreprochable, padecían abundante diarrea y descoordinación de movimientos. Durante la corrida, e inmediatamente después del arrastre de cada toro, fue: recogiendo asas intestinales y jugos gástricos de las reses, 31 las envió a analizar a un laboratorio oficial.Los resultados revelaron que por cada 100 gramos de contenido intestinal había 31,2 miligramos de sulfato; lo cual permitía saber que al conjunto de la corrida se le había disuelto en el agua que bebió en los corrales unos 25 kilos de sulfato de sosa y sulfato de magnesio, o sal de Epson. Este preparado se suele administrar al ganado vacuno cuando necesita purgante, aunque en dosis muy inferiores. "Cuatro o cinco kilo; de sal de Epson por toro", dice Martínez Carrillo, "es una cantidad brutal'.
[...]
Martínez Carrillo recogió muestras del hígado, bazo, riñón y sangre de estos toros y solicitó su examen en el mismo laboratorio. Efectuado el análisis, se descubrió que tenían restos de Combelén, un derivado de la fenotiacina, que es hipnotizante y tranquilizante, y surte efectos unos 15 minutos después de su inyección. Curiosamente, el Combelén lo emplea la mayoría de los contratistas de las cuadras de picar para drogar a sus caballos."
[...]
Recogió muestras para su análisis en el laboratorio, pero en esta ocasión no le entregaron los resultados. Cree el veterinario, no obstante -sin que pueda aportar pruebas- que a esos toros se les debió rociar, momentos antes de su lidia, con un spray paralizante del tipo de los que utilizan para su defensa las fuerzas de orden público.
Opina Andrés Martínez Carrillo que las caídas de los toros responden a causas diversas, desde la enfermedad o desnutrición a lesiones, pero hay unas caídas características que a un experto en clínica veterinaria le hacen sospechar puedan deberse al efecto de las drogas. Explica:
"No es falta de fuerza lo que se le aprecia al toro en estos casos, sino somnolencia, incoordinación; tropieza, se tumba y no se quiere levantar; cuando a duras penas consiguen ponerlo en pie, no responde con viveza al cite, trastabifia, vuelve a tirarse"."Creo que despois de ler isto non queda máis que dicir. O asunto dos toros paréceme penoso, non lle veo sentido a ese morbo en masa que existe nalgunhas persoas por ver sangrar a un ser vivo. Non creo que lles fixera gracia que "torearan" tamén as súas queridas mascotas despois de drogalas.
Polo lido nesta antiga noticia e máis, opino que a tauromaquia non é arte en ningún dos aspectos que sae no diccionario, ou non debe considerarse.