Yo creo a cualquier persona le gusta saber que hay alguien que le apoya en los momentos complicados, y este es uno de ellos. También es cierto que puede llegar a ser muy incómodo aunque la intención de esa persona sea buena. Eso ocurre en los funerales y en el tanatorio, es un mal trago por el que hay que pasar pero es realmente muy desagradable. Por otro lado, quizás halla gente que no quiera recibir la compasión de la gente, como puede ser el caso de un enfermo terminal.