3. Los planes de pensiones privados

El plan de ahorro por excelencia es el plan de pensiones y es que, a pesar de lo que piensa mucha gente, no se constituye solo para el caso de la jubilación.

Un plan de pensiones es un plan de ahorro que se constituye mediante aportaciones flexibles para los casos de jubilación, incapacidad, dependencia o fallecimiento.



Las compañías que gestionan un plan de pensiones invierten el dinero, asumiendo muy poco riesgo, para proporcionar cierta rentabilidad a quienes los contratan.

Son muchas las razones para contratar un plan de pensiones cuanto antes:

  • Flexibilidad. Con el fin de adaptarse a cualquier tipo de economía y situación personal, las aportaciones son flexibles tanto en cuantía como en plazo. Dichas aportaciones pueden ser mensuales, trimestrales, una vez al año, etc., siempre a conveniencia del interesado.
  • Fiscalidad. Las aportaciones realizadas permiten ahorrar a la hora de pagar el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
  • Polivalencia. A pesar de que, en general, el objetivo de contratar un plan de pensiones es la jubilación, estos planes también cubren los supuestos de incapacidad laboral, dependencia y fallecimiento.

 

Las personas que intervienen en un plan de pensiones son las siguientes:


3.1.¿Qué pensión voy a necesitar?

A pesar de lo que hemos visto sobre la versatilidad de los planes de pensiones privados, la jubilación es el primer objetivo. En este sentido, las aportaciones a los planes de pensiones privados se realizan con la idea de mantener el tren de vida previo a la jubilación. Y es que, aunque las pensiones públicas son el pilar básico de la jubilación, suelen ser inferiores a los ingresos que se percibían en activo.

Si, llegada la jubilación, los gastos disminuyeran en igual medida que los ingresos, no sería necesario contratar un plan de pensiones privado, pero no suele ser así. Bien es cierto que, en general, la vivienda suele estar pagada y ya no hay hijos a cargo, pero lo cierto es que sin compromisos laborales y mucho tiempo libre es necesario determinar cuáles van a ser las necesidades económicas en esa etapa de la vida.

Las consideraciones más habituales suelen girar en torno al lugar de residencia, la salud y el tiempo libre.

  • Lugar de residencia. Ya sin ataduras laborales, es factible un cambio de residencia a un lugar de vacaciones, el pueblo natal o cerca de los hijos.
  • Salud. Puede ser necesario pagar asistencia personal o un seguro privado que preste asistencia sanitaria y farmacéutica por problemas de salud no cubiertos por el sistema público de salud.
  • Tiempo libre. Viajar, cultivar aficiones o estar con la familia suelen consumir buena parte del presupuesto.

Una vez hechas estas consideraciones será posible hacerse una idea de qué cantidad de ingresos serán necesarios cuando llegue la jubilación, pero antes habrá que saber a cuánto puede ascender la pensión pública.



Pasos a seguir para planificar la jubilación

3.2. Cálculo de la pensión total

A partir de 2027, la edad de jubilación será de 67 años, aunque podrá hacerse a los 65 si es que se ha cotizado a la Seguridad Social durante 38 años y 6 meses o más. Para calcular nuestra pensión total deberemos tener en cuenta:

·        Los años de cotización. Se refiere a los años durante los cuales el trabajador contribuye al sistema público ya sea como trabajador por cuenta ajena o propia.

·        El periodo mínimo de cotización. Para tener derecho a una pensión pública es necesario haber cotizado un mínimo de 15 años, aunque un mínimo de 2 años debe haber sido durante el intervalo de 15 años inmediatamente anteriores a la fecha de jubilación.

·        Las bases reguladoras. Es el promedio de las bases de cotización de los 15 años previos a la jubilación.

La pensión pública de jubilación depende de los años cotizados y va desde el 50 %, si se cotizó durante 15 años, hasta el 100% si lo hizo durante 35 años o más, tal como podemos ver en la Figura


Escala (extractada) de porcentajes de pensión pública según los años cotizados que se aplican a las bases reguladoras para determinar el importe de la pensión pública.

En función de la gráfica anterior es fácil deducir que es importante empezar a cotizar cuanto antes: quienes hayan empezado tarde a cotizar tendrán que ahorrar más para completar la pensión pública. Un caso especial a comentar es el de las mujeres, que necesitan planificar mejor su jubilación debido a los siguientes factores:

  • Menor nivel salarial. Aunque cada año que pasa se reducen las diferencias con los hombres, aún persisten agravios salariales sobre la mujer trabajadora por razones de género.
  • Menor tiempo de cotización. En general, suelen cotizar menos por haber pasado mayor tiempo cuidando a hijos o familiares.
  • Mayor esperanza de vida. Las mujeres viven de media entre 5 y 7 años más que los hombres, de tal forma que sus ahorros también deben durar más.