2. ¿Cómo se elabora un presupuesto?

Seguramente, con motivo de algún objetivo concreto, ya habrás ahorrado alguna vez a lo largo de tu vida. Lo que es difícil es ahorrar de forma permanente a lo largo del tiempo. Y de igual forma que hemos ahorrado, otras veces nos hemos descuidado, o nos han surgido imprevistos, y hemos tenido problemas para llegar a fin mes, tener que pedir adelantos sobre la paga, etc. Podríamos habernos organizado mejor con un presupuesto, un plan de gastos e ingresos que utilizan tanto las empresas como los Gobiernos o cualquier persona interesada en gestionarse mejor.
El presupuesto es un plan financiero personalizado que nos ayuda a controlar los gastos y sacar el máximo partido a los ingresos. 
Los pasos para elaborar un presupuesto son los siguientes:


 

2.1. Identificar gastos e ingresos

 Estructura de ingresos y gastos en un presupuesto personal.

A pesar de que desearíamos que fuera el más alto posible, el volumen de ingresos no suele depender de nosotros. En cambio, sí podemos modificar el volumen de gastos. Algunos gastos son fijos, otros son susceptibles de variación y los restantes son innecesarios. Lo relevante, a efectos de establecer prioridades, es valorar en qué medida es prescindible cada uno de ellos. En atención a su naturaleza, podemos distinguir entre gastos fijos obligatorios, gastos variables necesarios y gastos innecesarios.

 2.2. Priorizar gastos

A pesar de que desearíamos que fuera el más alto posible, el volumen de ingresos no suele depender de nosotros. En cambio, sí podemos modificar el volumen de gastos. Algunos gastos son fijos, otros son susceptibles de variación y los restantes son innecesarios. Lo relevante, a efectos de establecer prioridades, es valorar en qué medida es prescindible cada uno de ellos. 
En atención a su naturaleza, podemos distinguir entre gastos fijos obligatorios, gastos variables necesarios y gastos innecesarios.
Lo primero es saber a qué tipo de gasto nos enfrentamos :

Tipos de gastos según su grado de prescindibilidad

Para ahorrar deberemos  eliminar los gastos innecesarios . Eliminando lo superfluo dispondremos de más dinero para atender los gastos que no pueden esperar: los gastos fijos obligatorios. Estos últimos son prioritarios porque, de entre todos los gastos, su impago es el que acarrea las mayores consecuencias negativas.
 
 Entre otras destacan:
  • El incremento de la deuda. El impago supone la aplicación de gastos adicionales de intereses de demora, de tal forma que la deuda cada vez es mayor.
  • Juicios o demandas para reclamarnos las deudas pendientes.
  • Embargo o pérdida de posesiones que respondan del impago de las deudas.
  • El empeoramiento del historial crediticio y, a veces, la inclusión en las listas de morosos, todo lo cual perjudica las opciones futuras de conseguir nuevos préstamos. 
Siempre debemos priorizar el pago de los gastos fijos obligatorios, pero si por cualquier cosa tuviéramos dificultades para atender a este tipo de gastos, debemos plantearnos negociar con los acreedores para tratar de llegar a un acuerdo. En la práctica, lo último que desean los acreedores es demandar o embargar a quienes prestan dinero por dos razones fundamentales:
  • Porque les reporta mala imagen.
  • Porque supone incurrir en gastos que pueden tardar tiempo en recuperar.

En consecuencia, los acreedores suelen preferir
aplazar algunos pagos hasta que mejore la situación económica del deudor.
 

 

 2.3. Formular y ahorrar

Con la lista de ingresos y gastos identificados, así como los gastos clasificados de acuerdo con su grado de prescindibilidad ya es posible formular un presupuesto. La meta general de cualquier presupuesto es que los ingresos cubran todos los gastos. Pero esto no es suficiente para ser un buen presupuesto.

 Un buen presupuesto debe incluir el ahorro como parte fundamental, en la medida en que nos proporcionará un fondo para imprevistos o hacer planes de futuro.

Con algo de esfuerzo y constancia veremos crecer los ahorros y, con el tiempo, seremos capaces de ahorrar más y mejor.

 

 2.4. Evaluar y ajustar

Para que un presupuesto sea efectivo no basta con formularlo cada cierto tiempo: además hay que revisarlo para que sea lo más realista posible. Las herramientas matemáticas que nos ayudan a mejorar nuestro próximo presupuesto son:

  •  Las variaciones absolutas, que cuantifican el dinero que hemos ahorrado o gastado de más.
  •  Las variaciones porcentuales, que miden los cambios entre los presupuestado y lo real en términos de porcentaje para así poder establecer comparaciones.