1. Tipos de empresas

Existen diversas formas de clasificar las empresas. Como por ejemplo:

a) La actividad a la que se dedican. En función del tipo de actividad, es posible distinguir tres sectores de actividad empresarial: primario, secundario y terciario.

b) La propiedad de los recursos productivos. Dependiendo de quiénes sean los propietarios de los recursos productivos, las empresas pueden ser privadas

o públicas (por ejemplo, Adif o Correos).

c) La forma jurídica. A efectos prácticos es la clasificación más importante, porque la forma jurídica debe ser la adecuada al tipo de empresa que necesitan

sus propietarios.

1.1. La forma jurídica

En primer lugar es necesario explicar qué entendemos por forma jurídica.

La forma o personalidad jurídica supone que una entidad tiene personalidad propia, independiente de la personalidad de los individuos que la componen.

Dicha personalidad confiere a las empresas la capacidad de ser titulares de derechos y obligaciones, como si de personas se tratara. La clasificación de las empresas conforme a la forma jurídica es la más extendida por sus implicaciones prácticas en lo que se refiere a sus características y forma de funcionamiento. Así, se distingue entre:

  • Empresarios individuales, que no tienen forma jurídica.
  • Sociedades, que sí tienen forma jurídica.



1.2. Elección de la forma jurídica

La elección de una u otra forma jurídica dependerá de las características que necesiten los propietarios o socios para su empresa. Para el lo debemos tener en cuenta estos factores:

  • Aportaciones mínimas de constitución. No existen para las empresas individuales, pero suelen existir mínimos en las sociedades.
  • Responsabilidad legal. En general es ilimitada en las empresas individuales y limitada en la sociedades.
  • Toma de decisiones. Esto no supone problemas en las individuales. En las sociedades las votaciones para tomar decisiones se hacen según el porcentaje de propiedad. La forma más problemática para llegar a un acuerdo es la cooperativa, donde cada cooperativista tiene un voto con independencia del capital aportado por él.
  • Transmisibilidad de la propiedad. La transmisión es libre únicamente en las sociedades anónimas.
  • Pago de impuestos. En general las sociedades pagan un 25%, mientras que las empresas individuales pueden llegar a pagar el 50%. Cuando los beneficios son bajos interesa más la empresa individual y, cuando los beneficios son altos, es mejor la sociedad.