Oculus!


1. La coordinación es un mecanismo sintáctico bastante sencillo de comprender, y además en latín funciona de manera muy semejante a como lo hace en gallego y castellano. Eso sí, conviene que memorices las conjunciones copulativas y disyuntivas más usuales, con especial atención, para evitar problemas, a la copulativa enclítica –que: ésta siempre se aplica justo antes de la palabra a la que va soldada. Puede ser útil recordar la expresión Senatus Populusque Romanus (“El Senado y el pueblo romano”).

2. La etimología es una disciplina lingüística que investiga el origen de las palabras. Como hemos visto en la LECTIO, la evolución no solo modifica los sonidos, sino que también hace cambiar los significados. Es un proceso que se está produciendo de modo permanente: a menudo ocurre que no hallamos en un diccionario un sentido concreto que sabemos que ya ha tomado una palabra. A lo largo de la historia de una lengua los significados de las palabras se amplían (como en focum, que en latín significaba "fuego del hogar" y dio como resultado "fuego/fogo"), se restringen (como en pullus, en latín "cría de un animal en general", y hoy "pollo/polo"), toman sentidos figurados (como pulcher, "hermoso" en latín, y que acabó adquiriendo el significado de "limpio, aseado" en nuestra palabra "pulcro"), o incluso pasan a querer decir lo contrario (nimius era "excesivo" en latín, y hoy "nimio" significa "muy escaso", "de poca importancia").

3. Nuestras lenguas, como miembros de la familia indoeuropea, son del tipo flexivo-fusionante. Esto quiere dicir que las palabras se forman a partir de un segmento invariable, llamado lexema (que aporta el significado léxico básico de la palabra), al que se añaden otros, denominados morfemas (que precisan y completan al lexema, proporcionando varias informaciones a un tiempo). El procedimiento por el que podemos crear palabras nuevas añadiendo morfemas a un lexema se llama derivación. También podemos crearlas uniendo varios lexemas: a esto lo denominamos composición; con todo, gallego y castellano emplean este método bastante menos que otras lenguas indoeuropeas, como el griego y el alemán.

4. Dentro de la derivación, podemos soldar morfemas antes del lexema (prefijación) o después (sufijación). Como vimos en las actividades de la LECTIO, disponemos de gran abundancia de prefijos con multitud de significados. Con respecto a los sufijos, tenemos aún más: con ellos podemos formar nuevos adjetivos (con valor relativo o de posibilidad, por ejemplo) y sustantivos (con significados de tipo muy variado: colectivos, abstractos, diminutivos o de acción).

Last modified: Tuesday, 19 July 2016, 3:17 PM