Oculus!



1. La voz pasiva no funciona en latín de un modo demasiado diferente a como lo hace en gallego y castellano, según hemos visto en la LECTIO. La mayor diferencia se encuentra en la morfología verbal: debe recordarse que, para los tiempos del Infectum, el latín no emplea el mecanismo con el que estamos más familiarizados (verbo ser más participio), sino unas desinencias específicas, que sustituyen a las activas. Sin embargo, para los tiempos del Perfectum la lengua latina sí recurre al conjunto verbo ser + participio, pero de un modo que nos puede confundir: si vemos amātus est, aunque parezca que dice “es amado”, hay que recordar que la traducción correcta es “fue amado”; igualmente, si nos encontramos con amātus erat, la interpretación no es “era amado”, como parece, sino “había sido amado”.

2. Las lenguas humanas son primariamente hechos orales, y emplean unos pocos sonidos para construir mensajes. Esos sonidos, debido a su uso por parte de muchos hablantes, tienden a cambiar: escuchamos un conjunto de ellos y, al reproducirlo, no siempre lo hacemos exactamente. Desde un punto de vista normativo, cometemos errores, y así evolucionan las lenguas. La disciplina lingüística que estudia este campo es la fonética.

3. Las normativas, los sistemas escolares y los medios de comunicación de amplio alcance frenan esa evolución porque corrigen los errores. Aún así, el proceso de cambio solo se retarda: la fonética de las lenguas está siempre evolucionando, aunque habitualmente no nos damos cuenta.

4. El latín fue hablado por muchas personas en un territorio muy amplio. En algunas zonas, la mayor parte de la población abandonó la lengua que se hablaba antes de la llegada de los romanos y asumió el latín como lengua habitual. En cada región se dieron condicionantes distintos para el cambio: el idioma previo al latín influyó (sustrato), el latín llegó en diversos momentos a las diversas zonas (con sus propias evoluciones), y después del latín influyeron otras lenguas (superestrato).

5. Todo esto, a lo largo de unos siglos en los que los idiomas derivados del latín no se usaban en los centros de enseñanza (escasos, por otra parte) y ni siquiera se ponían por escrito, provocó que la lengua se fuese diferenciando cada vez más en los diferentes territorios.

6. El proceso del cambio fonético lleva estudiándose desde el s. XIX, y la conclusión que se ha sacado es esta: un mismo sonido, en unas condiciones determinadas y durante un período determinado, cambió siempre de la misma manera. A esto se le llama regularidad del cambio fonético, y a partir de este concepto se formularon las que conocemos como leyes fonéticas: acuérdate de estudiarlas las páginas de la LECTIO, y de practicarlas gracias a la presentación Soni mutant! y el ejercicio La evolución fonética.

Last modified: Tuesday, 19 July 2016, 3:17 PM