¿Cómo puedo ayudar a mi hijo o hija a aprender mejor?

Los padres y madres pueden apoyar a sus hijos e hijas para que se conviertan en estudiantes independientes y alcancen su potencial. La evaluación formativa digital puede empoderar a sus hijos e hijas en su recorrido de aprendizaje y ayudarles a seguir lo que hacen en el aula y ofrecerles apoyo cuando lo necesiten.

Evaluación y expectativas de las familias

Como padre o madre, ¿qué esperas de tu hijo o hija en el centro educativo?

No siempre es fácil saber cuál es la mejor forma de apoyar a tu hijo o hija con sus deberes. Probablemente intentes seguir lo que hace en el centro educativo y ver si tiene buenas notas. Pero seguir su ritmo de aprendizaje en ocasiones puede ser una gran tarea, además de todas las demás tareas de la vida. ¿Tu hijo o hija a veces se siente abrumado/a por alguna tarea de clase y sientes que no puedes ayudarle? En este vídeo encontrarás algunas ideas nuevas sobre la forma de ayudar a tu hijo o hija.

¿Por qué es importante la evaluación formativa para mi hijo o hija?

¿Cómo puedes seguir los progresos de tu hijo o hija en el centro educativo? Como padre o madre, no es siempre fácil saber lo que ya saben hacer o lo que no. Imagina lo complicado que le puede resultar al profesorado saber lo que ya sabe cada estudiante. La evaluación es un poderoso instrumento que puede mejorar la enseñanza y el aprendizaje, y la evaluación formativa ayuda al profesorado a tomar decisiones sobre la forma en la que adaptar su enseñanza a las necesidades del alumnado.

Una forma de hacerlo es simplemente preguntando al alumnado lo que ya sabe, por ejemplo, a través de un breve cuestionario al final de la lección. Si el profesorado utiliza esa información para planificar su siguiente lección, eso sería un ejemplo de lo que conocemos como evaluación formativa.

La evaluación formativa no es un método único, sino numerosas prácticas que pueden ayudar al profesorado y a tu hijo o hija a conocer el punto en el que están y lo que tienen que hacer a continuación. En este conjunto de herramientas, explicamos la forma en la que las herramientas digitales pueden facilitar la evaluación formativa y el modo en el que puedes apoyar a tu hijo o hija en la evaluación formativa digital. Estas herramientas pueden tener forma de portafolios electrónicos, diarios digitales, mapas conceptuales, encuestas en línea y muchas más. Más adelante veremos las ventajas de las herramientas digitales. Para obtener una visión general, echa un vistazo a los glosarios de herramientas pedagógicas y digitales.

Para ver algunos ejemplos, mira este vídeo sobre algunas prácticas de evaluación formativa digital que ha indicado el profesorado.

La evaluación formativa y los exámenes

¿Cómo se relaciona la evaluación formativa con una evaluación basada en pruebas o exámenes?

Parece que la evaluación es cosa del profesorado, pero la evaluación formativa es una actividad que también puede hacer tu hijo o hija, como se muestra en este vídeo. La evaluación formativa es cualquier actividad de evaluación que ayude al profesorado a adaptar su enseñanza a las necesidades del alumnado y que le ayuda a conocer su nivel de aprendizaje y lo que debe hacer a continuación.

Las notas te ayudan a entender si tu hijo o hija va bien en el centro educativo. La evaluación formativa no tiene que ver con las calificaciones, sino que forma parte de la enseñanza diaria en el aula. El profesorado verifica lo que el alumnado ha entendido y lo que no ha entendido y adapta sus clases en consecuencia. El alumnado puede recibir comentarios del profesorado o de sus compañeros o puede evaluar su propio trabajo para decidir los pasos que tiene que dar para mejorar su trabajo.

Como padre o madre, tal vez te preocupe que centrarte en la evaluación formativa interfiera con los estudios del alumnado para los exámenes (por ejemplo, los de final de curso o los externos). Pero no se trata de una cosa o la otra: los exámenes son tan importantes como siempre. La retroalimentación sobre lo que tu hijo o hija ya sabe o sobre la forma de aprender mejor están pensados para ayudarle a prepararse mejor para el siguiente examen y, al mismo tiempo, para que aprenda a aprender y se sienta más responsable de su propio aprendizaje.

Las investigaciones han demostrado que la evaluación formativa puede ayudar al alumnado a obtener mejores notas (p. ej., en inglés: Bhagat & Spector, 2017; Faber, Luyten & Visscher, 2017; Wall et al. 2006). La evaluación formativa también puede ayudar al alumnado con dificultades en determinadas asignaturas, fomentando la equidad.

Gracias a la evaluación formativa, el profesorado también conocerá mejor a tu hijo o hija y tomará mejores decisiones para mejorar su aprendizaje. Tu hijo o hija también puede rendir mejor en los exámenes gracias a una mayor motivación y a una mejor comprensión de lo que tiene que hacer para mejorar.

La evaluación formativa también consiste en que el alumnado se evalúe a sí mismo o a sus compañeros. Cuando el alumno evalúa su propio trabajo o da su opinión sobre el trabajo de sus compañeros, está reflexionando sobre su propio aprendizaje y sobre lo que debe hacer a continuación. Estudiantes y docentes suelen trabajar de forma conjunta para definir los criterios de esa evaluación, y eso ayuda al alumnado a comprender lo que se espera que aprenda. Normalmente, estudiantes y docentes debaten sobre cómo debe ser un buen trabajo (por ejemplo, buenos elementos visuales para una presentación), y eso ayuda al alumnado a saber lo que se espera de ellos. Las investigaciones muestran (en inglés) que este tipo de ejercicio hace que el alumnado sea más eficiente en su aprendizaje.

Según algunos estudios (en inglés), los padres y madres consideran que la evaluación formativa reduce la ansiedad de los niños y niñas y los prepara para el ámbito escolar. Las familias también indican que están contentas de que la atención se centre en las habilidades que sus hijos e hijas están aprendiendo.

¿De qué modo la evaluación formativa digital puede beneficiar a mi hijo o hija?

Las herramientas digitales pueden mejorar la evaluación formativa de muchas maneras. La evaluación formativa que cuenta con la ayuda de herramientas digitales se denomina evaluación formativa digital.

Las herramientas digitales pueden ofrecer al alumnado retroalimentación sobre su trabajo de muchas maneras. Por ejemplo, pueden recibir retroalimentación inmediata cuando completan un ejercicio de forma autónoma que ha creado el profesorado en una aplicación de aprendizaje móvil. También puede recibir retroalimentación del profesor durante el trabajo asíncrono, por ejemplo, el alumnado entrega un trabajo por la mañana y el profesorado le ofrece retroalimentación esa misma tarde.

La retroalimentación eficaz ofrece a estudiantes y docentes algo con lo que pueden trabajar. Ofrece indicaciones sobre lo que hacer a continuación para mejorar los resultados del aprendizaje. Las herramientas digitales pueden llevar esto más allá, y es que ofrecen datos que ayudan a identificar de forma rápida los puntos en los que el alumnado tiene más dificultades. Las herramientas de EFD (evaluación formativa digital) también pueden registrar los datos del alumnado y guardarlos en un solo lugar para que el profesorado y el alumnado los consulten y vean su progreso a lo largo del tiempo.

La EFD puede ofrecerte una comprensión más amplia del aprendizaje de tu hijo o hija, en comparación con las simples calificaciones de los exámenes en forma de porcentaje, número o letra. Un portafolio digital puede ofrecerte pruebas más detalladas y completas de los logros de tu hijo o hija a lo largo del curso escolar y ayudarte a entender mejor la forma en la que está aprendiendo y en la que le gusta aprender.

Tu hijo o hija puede hacerse autónomo/a y mejorar su aprendizaje con la EFD. Puede repasar la retroalimentación anterior y reflexionar sobre su propio aprendizaje. Puede aprender con las aplicaciones de aprendizaje móvil en cualquier momento y lugar.

El profesorado puede utilizar la EFD para diseñar actividades centradas en el alumnado y actividades colaborativas. Así, tu hijo o hija puede perfeccionar sus habilidades del siglo XXI, como la creatividad, la colaboración y el pensamiento crítico. Estas habilidades le ayudarán a adaptarse a un mundo que cambia con rapidez en su vida y profesión futuras.

Tu hijo o hija puede aprender mejor los conceptos difíciles con mapas conceptuales, portafolios electrónicos y juegos digitales. Las herramientas digitales, como los cuestionarios en línea, también tienen características visuales que pueden hacer que una simple evaluación sea más llamativa, competitiva y atractiva. Por último, las herramientas digitales pueden dar rienda suelta a la creatividad de docentes y estudiantes.

Las prácticas de EFD ayudan al alumnado (y al profesorado) a aprender a desenvolverse en el mundo digital. Tu hijo o hija descubre las plataformas de comunicación, se convierte en un usuario independiente del aprendizaje electrónico, crea contenidos digitales y practica habilidades de presentación y visualización. Y, lo que es más importante, puede convertirse en un/a usuario/a más crítico/a de los medios digitales.

La evaluación formativa digital y la seguridad en línea

A las familias les preocupa, como es comprensible, que sus hijos o hijas no estén seguros en Internet. Se espera que el profesorado los mantenga a salvo y proteja sus datos. Si tienes dudas, siempre puedes preguntarle al profesorado cómo lo hace. En este vídeo se abordan cuestiones relacionadas con la privacidad de los datos cuando se utilizan herramientas educativas digitales.

¿Cómo puedo apoyar el aprendizaje de mi hijo o hija?

Esperamos haber despertado tu interés por la evaluación formativa digital, sus beneficios y el cambio de rol que supone. Aunque no sea tu trabajo conocer todas las materias escolares que tu hijo o hija está aprendiendo o ayudarle con todos los deberes, puedes apoyar a tu hijo o hija de muchas maneras significativas. ¿Cuál crees que es tu papel como padre o madre en el aprendizaje de tu hijo o hija?

Puedes apoyar a tu hijo o hija mostrando interés por su aprendizaje y celebrando su recorrido de aprendizaje, independientemente de las notas. Todos los niños y niñas quieren que sus padres, madres o cuidadores estén orgullosos de ellos. Si tu hijo o hija ve que para ti su aprendizaje es importante, es más probable que también lo sea para él o ella.

 

El hogar es, ante todo, el lugar en el que tu hijo o hija puede relajarse del estrés y las exigencias del centro educativo, disfrutar y pasar tiempo con la familia. Para muchos, aunque no para todos, es el único lugar del mundo en el que saben que se les quiere incondicionalmente, independientemente de sus notaso de cualquier otra cosa. Tu hogar también tiene que ser un lugar seguro para que tu hijo o hija hable abiertamente de sus dificultades y errores en el aprendizaje.

A la hora de hacer los deberes en casa, también es importante contar con una buena rutina, tiempo y un espacio tranquilo. A veces, tu hijo o hija puede que necesite utilizar dispositivos digitales en casa. Por ejemplo, los deberes que forman parte de un «aula invertida» se preparan antes de la clase. Habla con tu hijo o hija sobre la mejor manera de organizar esta actividad en casa en lo que respecta al espacio, tiempo y dispositivos digitales necesarios.

Confía en el profesorado de tu hijo o hija, sobre todo cuando está probando algo nuevo. Por supuesto, eso no significa que debas confiar incondicionalmente en el profesorado. Estás en tu derecho de hacer preguntas cuando no tengas claro si lo que hace es bueno para tu hijo o hija. Recuerda que el profesorado de tu hijo o hija quiere lo mejor para el alumnado, y que trata de mejorar si está probando algo nuevo.

Es muy probable que ya supervises las notas de tu hijo o hija de vez en cuando. Pero, ¿sabes también lo que está aprendiendo ahora y con lo que disfruta más (o menos) en clase? Pregúntaselo. Puede que al principio le parezcan absurdas tus preguntas, pero no te rindas. A la mayoría de los niños y niñas les gusta saber que el interés de su familia es sincero. Háblale un poco de ti: le gustará saber que tú también tuviste dificultades cuando tenías su edad.

No solo es útil hablar con tu hijo o hija, sino también con sus docentes. En ocasiones, los centros educativos ofrecen a las familias la oportunidad de hablar con su hijo o hija y sus docentes. Un intercambio tan positivo y abierto puede ser una buena manera de conocerse mejor y de conocer el modo en el que puedes apoyar mejor a tu hijo o hija.