Renovación del capítulo de evaluación del plan de estudios común nacional finlandés

Definir claramente la evaluación sumativa y la formativa para lograr un entendimiento común entre las autoridades educativas locales.

Resumen

Este estudio de caso muestra cómo funciona el plan de estudios nacional a nivel de toma de decisiones en Finlandia, cómo vincula las TIC a la evaluación y cómo afecta a los centros escolares la introducción de métodos digitales de evaluación formativa. Las autoridades educativas finlandesas decidieron reformar el capítulo de evaluación del plan de estudios para distinguir claramente entre evaluación formativa y sumativa. Los profesores y las partes interesadas también participaron en el proceso de actualización del capítulo de evaluación. La versión revisada ha creado un consenso duradero sobre cómo debe utilizarse la evaluación en las escuelas. Garantiza la igualdad de trato de los alumnos independientemente de dónde estudien en Finlandia.

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El contexto político

La escuela de enseñanza general finlandesa cuenta con unos 554.000 alumnos y alumnas de 7 a 16 años, que se dividen en 9 cursos. La escuela general finlandesa incluye la escuela primaria (de 1º a 6º grado) y la escuela general superior (de 7º a 9º grado). Hay aproximadamente 2.300 centros educativos y 27.000 docentes y directores. Alrededor del 95 % del profesorado tiene un título de máster en humanidades (MA).

Las municipalidades finlandesas son las responsables de organizar e impartir la educación básica. Finlandia es un país bilingüe con zonas de habla finlandesa y sueca, y en los centros educativos se enseñan tanto el sueco como el finés como primera lengua. En los centros educativos de Finlandia también se enseña la lengua autóctona sami como primera lengua. Por último, para profundizar en el tema, estos son algunos de los principales datos que hay que conocer sobre los centros educativos finlandeses:

  • La enseñanza es una profesión muy respetada y bien remunerada.
  • No hay inspecciones de los centros educativos ni evaluaciones del profesorado.
  • El sistema escolar está muy descentralizado y la mayoría de los centros educativos se financian con fondos públicos.
  • El horario escolar es corto y las vacaciones de verano duran 10 semanas.
  • El profesorado evalúa al alumnado.
  • No hay pruebas o exámenes estandarizados a nivel nacional, excepto aquellos relacionados con la investigación y el desarrollo (por ejemplo, PISA).
  • En Finlandia, las pruebas nacionales solo se utilizan como herramienta de diagnóstico y no repercuten en el alumnado ni en el profesorado.
  • El tamaño medio del centro educativo es de 195 estudiantes y el tamaño medio de las clases es de 19 estudiantes.

Según la Ley de Educación Básica finlandesa, el propósito de la educación básica es apoyar el crecimiento humano del alumnado y su pertenencia éticamente responsable a la sociedad y proporcionarle los conocimientos y las habilidades necesarias para la vida. El plan de estudios nacional básico es el documento principal que define en profundidad las prácticas de la educación básica. Presenta las condiciones, las materias y los marcos subyacentes del trabajo escolar diario.

Recomendaciones

El desarrollo de los planes de estudio tiene que ser inclusivo y debe implicar a todas las partes interesadas. Un verdadero cambio es más sostenible cuando presenta un enfoque ascendente, un proceso democrático, transparencia y una gran participación de todos los grupos de partes interesadas.

Los responsables de desarrollar los planes de estudio deben analizar lo que el profesorado espera de las normas de evaluación: asegurarse de que todas las partes interesadas entienden las normas de evaluación de la misma manera.

Es necesario distinguir con claridad entre la evaluación formativa y la sumativa, y para ello, hay que recurrir a la investigación y a las pruebas, pero también hay que prestar atención al complejo entorno escolar en el que trabaja el profesorado cada día. La evaluación debe orientar y apoyar su trabajo, no hacerlo más complejo.

La evaluación debe ser un punto de debate continuo a nivel político, pero también dentro de los centros educativos y en los diferentes niveles de la administración. La cultura de la evaluación cambia con el tiempo y debe ser dinámica y no pasiva.