La salud financiera

3. El contrato de seguro

El riesgo está siempre presente en la vida de las personas tanto a nivel profesional como personal. Para protegernos frente a las consecuencias de los riesgos es por lo que contratamos un seguro. Al hacerlo transferimos esos riesgos a un tercero, una compañía aseguradora, en la medida en que será ella quien indemnice total o parcialmente el daño que se pueda producir si ocurre el suceso o la contingencia previsto en el contrato de seguro.

 

El seguro es un contrato mediante el cual, a cambio de una prima, un asegurador se compromete, en caso de que se produzca una contingencia o siniestro, a indemnizar a un tercero.

Los seguros se clasifican en dos grandes bloques: los seguros de personas y los seguros contra daños. El lenguaje de los seguros tiene varios términos que conviene conocer y que se recogen en la siguiente tabla.


Hay cuatro figuras que intervienen en el contrato de seguro  que debemos conocer.



 3.1. Seguros de personas

Los más importantes son los seguros de vida, aunque también existen otros que deben conocerse:

  • Seguros de vida. Se contratan para disminuir el impacto económico de ciertos acontecimientos sobre la vida de las personas. En el contrato más habitual de este tipo el asegurador se obliga, en caso de fallecimiento del asegurado, a pagar al beneficiario la cantidad de dinero pactada.
  • Otros seguros de personas. Cubren los gastos que se derivan de ciertas circunstancias que afectan a la integridad corporal o el estado de salud.

Estos son otros seguros de personas.

3.2. Seguros contra daños

Son los que recaen sobre los bienes o sobre el patrimonio de las personas.

  •  Seguro de hogar. Cubre los daños materiales en el hogar, como los desperfectos causados por el agua, cristales rotos o un incendio. Pero también cubre la responsabilidad civil originada por daños o lesiones que se puedan causar a otras personas o a sus bienes desde la vivienda del asegurado, como por ejemplo la caída de objetos desde las ventanas o balcones, dejar un grifo abierto que inunde un piso inferior, etc.
  • Seguro obligatorio de vehículos a motor. Este seguro cubre los daños causados por el conductor a terceros (es decir, a otras personas) con independencia de quién sea el propietario.
  • Seguro de responsabilidad civil. El objetivo de este seguro es proteger el patrimonio de las personas por la responsabilidad que pudiera derivarse por daños y perjuicios a terceros.