La salud financiera

2. Las deudas

Con independencia de nuestros ingresos o riqueza, es prácticamente imposible pasar toda la vida sin pedir dinero prestado para, por ejemplo, adquirir una vivienda o un coche, viajar o hacer mejoras en casa. A efectos prácticos, la deuda es lo contrario del ahorro. Si ahorro supone consumo futuro gracias a los ingresos presentes, endeudarse implica lo contrario.

 Una deuda es una obligación de pago que se contrae con la intención de realizar un consumo presente gracias a ingresos futuros.

Endeudarse proporciona disposición inmediata de dinero, y así nos permite aumentar el poder adquisitivo, solucionar emergencias o mejorar el nivel de vida. Pero a diferencia del ahorro, que también posibilita todo eso con recursos propios, la deuda es dinero ajeno que hay que devolver. Las contrapartidas de utilizar dinero ajeno en lugar de dinero propio son las siguientes:

  • Sobrecargan el presupuesto familiar en su categoría más prioritaria: los gastos fijos obligatorios.
  • Tienen su coste en forma de interés, comisiones y otros gastos.


 2.1. Gestión del endeudamiento

El principal objetivo a la hora de gestionar una deuda es mantener su coste a niveles asequibles para el presupuesto de cada persona. El coste más importante es el interés. Este se mide en forma de porcentaje y representa el tanto por ciento que cuesta disponer del dinero ajeno. Por ejemplo, si se prestan 100 € al 5 % de interés, el prestatario recibe 100 €, pero tendrá que devolver 105 € al prestamista.

 El interés es el coste de alquilar dinero ajeno.

El tipo de interés puede ser fijo o variable:

  • El interés fijo es el que se mantiene igual durante la vida del préstamo.
  • El interés variable sube o baja a lo largo de la vida del préstamo, ya que están vinculados a un tipo de referencia. El más habitual en las operaciones hipotecarias es el Euríbor.

Ya sea fijo o variable, al tipo de interés de un préstamo se le denomina interés nominal, pero este porcentaje solo mide el coste de alquilar el dinero sin tener en cuenta que las entidades financieras también cobran comisiones y gastos.

Para tener una medida global del coste del préstamo se utiliza la Tasa Anual Equivalente (TAE).

La TAE es un indicador que mide el coste global de un préstamo, puesto que integra en un solo indicador todos los gastos de la operación.

La TAE es una tasa bastante compleja de calcular que integra en un solo indicador los intereses las comisiones y los gastos, al tiempo que tiene en cuenta el plazo de devolución del préstamo.

 2.2. El préstamo

Aunque recibe nombres diferentes según las condiciones en las que se adquiere, lo que subyace debajo de cualquier deuda es un contrato de préstamo.

Mediante el contrato de préstamo un prestamista, normalmente una entidad financiera, pone a disposición de un prestatario una cantidad determinada de dinero que será reembolsada de acuerdo con unas condiciones pactadas.

 En general, la devolución del dinero prestado se realizará en un número de cuotas mensuales que incluirán lo acordado en lo que respecta a comisiones, intereses y otros gastos.

 

 Términos asociados a un contrato de préstamo.

 2.3. Deudas más habituales

Las principales opciones para obtener dinero prestado se recogen en la Tabla 6.5:

 

 Tipos de deuda más habituales.

 2.4. Calidad y nivel de endeudamiento

Es posible clasificar las deudas en atención a nuestra capacidad para asumirlas 



 Calidad de la deuda.



 Nivel de endeudamiento recomendable. Los pagos mensuales por las deudas acumuladas, hipoteca aparte, no deberían exceder del 15-20% de los ingresos mensuales.